lunes, 25 de febrero de 2008

DEBATES EN TELEVISIÓN Y BIPARTIDISMO

Juan José Toledo Bayón

El culebrón de que si se iban a producir o no los debates televisados entre Zapatero y Rajoy ha entretenido buena parte de la precampaña electoral, dando protagonismo durante muchos días a los dos grandes partidos estatales: que si se debe hacer en la televisión pública o en la privada, que si en este canal o en el otro, que si con este moderador o con el otro… al final llegaron a un acuerdo y logrando la máxima difusión del evento, con señal única para que cualquier canal lo pueda retrasmitir. A PSOE y PP les interesa ya que de alguna manera restan protagonismo al resto de partidos políticos del arco parlamentario del estado español.
España se dotó en su momento de un sistema electoral proporcional, precisamente con el objetivo de que las minorías también pudiesen contar con representación parlamentaria. Si se hubiese querido un bipartidismo se hubiese optado por un sistema electoral mayoritario, como sucede en EE.UU. o en Gran Bretaña donde los dos grandes partidos son los que dominan la escena política. Por este motivo no entiendo mucho, o si lo entiendo sólo por cuestiones de interés partidista, ese afán por reducirlo todo al PP y al PSOE.
Habría que considerar el dato de que, en al menos cinco Comunidades Autónomas, ese pretendido bipartidismo es irreal de una forma contundente: Cataluña, País Vasco, Cantabria, Galicia y Canarias. En otras comunidades hay otras fuerzas políticas con menor representación y, además hay una fuerza estatal, como Izquierda Unida, que tiene un importante porcentaje de votos, que por otra parte se ve mal reflejado en su número de parlamentarios, que son menos de los que en un sistema proporcional puro deberían corresponderle.
Otra consideración a tener en cuenta es que las Elecciones Generales sirven, entre otras cuestiones, para decidir el color del gobierno de Madrid. Pero también habrá que tener en cuenta que elegimos los representantes de nuestra circunscripción electoral (la provincia de Las Palmas en el caso del Congreso de los Diputados y la isla de Gran Canaria en el caso de Senado); los representantes de van a defender nuestros intereses en el parlamento del estado, que en este caso no será ni Zapatero, ni Rajoy sino los candidatos que nos toca elegir aquí.
Una última reflexión, constatar una evidencia, aunque se quiera desdibujar: hay vida política más allá del PP y del PSOE y antes de votar a lo mejor no sería mala idea intentar conocer todas las ofertas electorales. Ya se que no es tarea fácil y máxime con una clase política a veces tan alejada de los votantes.

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