Bruno Rodríguez Romero
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Determinadas noticias que aparecen en los medios de comunicación nos causan, por inoportunas, cuando menos estupor. En la edición del pasado martes día 12 de mayo, pudimos leer en el periódico local LA PROVINCIA: “El Cabildo socorre a sus ex presidentes”, y ahondamos en la lectura para enteramos de que por iniciativa de PSOE/NC, en el supuesto caso de necesitarlo, los ex presidentes del Cabildo de Gran Canaria tendrán una ayuda económica y, sin necesitarlo, se les facilitará despachos, materiales y equipamientos, además de otras prebendas superfluas, triviales y baladí, como el tratamiento de Excelencia —aún no me hago a la idea de tratar de Excelencia al Sr. Soria, por ejemplo—. Y supongo que, obviamente, todo ello requiere la consiguiente partida presupuestaría.
Nuestra sociedad está atravesando momentos de enorme dificultad económica. Las ONGs, con Cáritas Diocesana a la cabeza se desgañitan pidiendo colaboración para poder atender a la, cada vez más creciente, demanda de miles de personas que necesitan, simplemente: COMER. Y ante tan dramática situación, a determinados políticos no se les ocurre una idea mejor que salir en auxilio de…, ¿los que no tienen ni donde caerse muerto?, no, no, no. ¡De eso nada! Leemos que ayudarán económicamente y con otros beneficios a los que tienen su vida resulta y bien resuelta. Sinceramente, salvo que este tipo de noticias se publique el Día de Los Inocentes, cuesta mucho digerirla, por grotesca. Denota una carencia total y absoluta de sensibilidad a la hora de establecer el orden de prioridades de una institución que, como ninguna otra, en los tiempos que corren tendría que estar pensando en echar una mano para combatir la pobreza y la marginalidad. No obstante si su estenosis cerebral les ha llevado a considerar la posibilidad de destinar unos fondos para ayudar a los ex presidentes del Cabildo, en el mejor de los casos, tendrían que caer en la cuenta de que este no es el momento de hacerlo y mucho menos de publicarlo.
Nuestra sociedad está atravesando momentos de enorme dificultad económica. Las ONGs, con Cáritas Diocesana a la cabeza se desgañitan pidiendo colaboración para poder atender a la, cada vez más creciente, demanda de miles de personas que necesitan, simplemente: COMER. Y ante tan dramática situación, a determinados políticos no se les ocurre una idea mejor que salir en auxilio de…, ¿los que no tienen ni donde caerse muerto?, no, no, no. ¡De eso nada! Leemos que ayudarán económicamente y con otros beneficios a los que tienen su vida resulta y bien resuelta. Sinceramente, salvo que este tipo de noticias se publique el Día de Los Inocentes, cuesta mucho digerirla, por grotesca. Denota una carencia total y absoluta de sensibilidad a la hora de establecer el orden de prioridades de una institución que, como ninguna otra, en los tiempos que corren tendría que estar pensando en echar una mano para combatir la pobreza y la marginalidad. No obstante si su estenosis cerebral les ha llevado a considerar la posibilidad de destinar unos fondos para ayudar a los ex presidentes del Cabildo, en el mejor de los casos, tendrían que caer en la cuenta de que este no es el momento de hacerlo y mucho menos de publicarlo.
A fuer de ser mal pensado y considerando que estos que hoy lo proponen serán los beneficiarios de mañana, me pregunto si tendría razón mi padre cuando afirmaba que en este pueblo, unos fañifañi y otros fañifaña, todos van a chupar de la caña.
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